¡Hola a todos y todas!
Finalmente, ya ha llegado el otoño, y con ella la temporada de sopas de verduras y hortalizas. Hoy haremos una receta que a nosotros nos encana y que es un clásico del otoño: ¡Sopa de calabaza!
Cada casa tiene sus pequeños truquitos, y como no puede ser de otra forma, nosotros también: ¡tomate seco en aceite! Da un sabor más profundo a tomate, con algunas especias como orégano, el sabor a aceite da un toque rústico y delicioso.

Podéis aprovechar otras verduras que tengáis por la nevera para utilizarlas también, como zanahoria, brócoli, judías, sin problemas.
Esta es la receta que nos gusta más en casa, sin gluten i sin lactosa (cambiando la leche por leche sin lactosa) y ¡les encanta a los más pequeños de la casa!
Veréis que no tiene ninguna complicación, y aunque las cantidades de los ingredientes no son muy preciosos, esta receta es a prueba de bombas, y va evolucionando en cada casa de manera distinta, según las preferencias de cada uno.
¿Empezamos pues?

Ingredientes:
- 1 cebolla de Figueras
- 1 calabaza (tipo Butternut o cacahuete)
- 2 tomates secos en conserva*
- Caldo vegetal (o agua + pastilla o caldo en polvo)*
- 250ml Leche (o leche sin lactosa si hay un algún intolerante)
- Aceite (un chorro para sofreír la cebolla)
- Sal y pimienta
*Revisar si estos ingredientes tienen gluten en caso de celiaquía o intolerancia.

2. Pelamos la calabaza, la cortamos a dados y la incorporamos a la cazuela. Vamos removiendo de vez en cuando.


¡Podemos pelar la calabaza con un pelador de patatas! Aunque también disponemos de pelador de calabazas, más ancho, para ir todavía más rápido.
3. Cortamos los tomates secos en conserva y los añadimos a la cazuela. Generalmente estas conservas tienden a llevar alguna especia, que dará un toque distinto a la sopa.

4. Dejamos que se doren un poco y removemos. Dejamos unos 5 minutos o hasta que la cebolla esté dorada.
5. Añadimos el caldo caliente, o el agua caliente y el caldo en polvo, hasta cubrir los ingredientes en la cazuela. Sal pimentamos al gusto.

6. Dejamos que hierva todo, con la tapa puesta, hasta que la calabaza se aplaste suavemente con una cuchara al presionarla. Aproximadamente serán unos 15 minutos.

7. Retiramos la mezcla del fuego, añadimos la leche, y lo trituramos todo con la batidora de mano. Añadimos un poco más de leche hasta encontrar la consistencia que más nos guste, más densa como una crema o más suave (con más leche) más como una sopa.

8. Recomendamos probar y rectificar de sal y pimienta en este momento.
9. Ya la podemos servir, bien caliente, con unos crackers, picatostes, un chorrito de nata, unas semillas de calabaza crujientes, unas pipas,… ¡Al gusto!


Esperamos que disfrutéis de esta receta tanto como nosotros, y que os ayude a que tanto pequeños como grandes coman de manera más equilibrada y deliciosa 😉